Estimados amigos y amigas

Saludos desde las oficinas del Instituto Tricontinental de Investigación Social. 

Después de quince años lejos, el Fondo Monetario Internacional (IMF) regresó a Argentina en mayo de este año. El presidente Mauricio Macri prometió atraer inversión extranjera directa y hacer de su país el «supermercado del mundo». En vez de ello, la economía de Argentina cayó en picada. El FMI llegó con una de sus viejas recetas gastadas, una que ha vendido efectivamente durante las últimas cuatro décadas: el ajuste estructural. Prometemos darle financiamiento y ayudarlo a atraer inversiones, dice el FMI, si recorta el gasto del Estado en infraestructura social (educación y salud) y aumenta las medidas para atraer al capitalismo monopolista. Enfóquese en la inflación dicen los economistas del FMI, no en el desempleo y la desolación.  

El efecto de estas políticas ha sido el incremento de la desigualdad social en todo el planeta. La Base de Datos de Riqueza Global de Credit Suisse y el Informe de Riqueza de UBS son escalofriantes. UBS muestra que «los individuos con valor neto ultra alto» del mundo, es decir, aquellos que tienen más de 30 millones de dólares, son el 0,004% de la población, pero controlan el 12,8% de la riqueza global. Credit Suisse muestra que, en las últimas dos décadas, el 1% de los principales poseedores de riqueza a nivel mundial han aumentado su participación en la riqueza de los hogares de 45,5% a 50,1%. No se necesita un Thomas Piketty para decirnos lo que es evidente en todo el mundo. Estos números llevan consigo políticas -que hacen que esta desigualdad ocurra- y sentimientos, como esta terrible situación tiene que ser vivida por la gente común y corriente. 

El FMI ha hecho una carrera de hacer que sus intervenciones políticas se vean como política económica. Recortar el gasto social y garantizar una tasa de retorno a los bancos no es ciencia. Es guerra de clases. La misma receta del FMI para resolver el problema social y económico de Argentina precipitará nuevas crisis. Las políticas neoliberales no buscan resolver las crisis, sino crear una situación de crisis permanente.

Ese es el argumento básico del Dossier No 10 del Instituto Tricontinental de Investigación Social, Argentina de regreso al FMI. Pueden descargar este dossier, escrito por nuestra oficina en Buenos Aires, gratis desde aquí (para un breve resumen del dossier, escrito por nuestro investigador Nate Singham, vayan aquí, y miren el pequeño video del dossier arriba). El dossier contiene magníficas fotografías de Bárbara Leiva y Tristán Basile, así como arte original de Wacha (miren más arriba).

Una pequeña ventana se abre ante la asfixia que representan Macri y el FMI. En la Villa 21-24 en Buenos Aires, una comunidad de clase trabajadora; una alianza de izquierda, Tierra, Techo y Trabajo ganó la presidencia del consejo del barrio. Esto aumentará la confianza de la izquierda. Necesita cada brizna de esperanza. 

En México, el 1 de diciembre, el presidente de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, tomará posesión. El FMI ya ha interferido en su presidencia antes de iniciarla para decir que debe hacer feliz al imperialismo de las altas finanzas en lugar de a los ciudadanos de México (como argumento en mi columna de esta semana). Cuando López Obrador canceló un aeropuerto caro y cuando los legisladores de su partido trataron de proponer una ley para limitar las comisiones bancarias, el mercado de valores y los inversionistas extranjeros se declararon en huelga. La agencia de calificación Fitch rebajó la calificación de México a «negativa». Esto fue una advertencia. López Obrador tenía que comportarse, si no, iba a ver. Ese estricto marco de políticas ha sido establecido por el FMI y por los bancos internacionales. No les importa el desarrollo social de México. La prueba es la industria petrolera de ese país. López Obrador sabe que México importa petróleo porque su capacidad para refinarlo es insuficiente. Un equipo del FMI dejó Ciudad de México con una reprimenda. No se debe hacer ninguna inversión. México debe seguir dependiendo estructuralmente de las empresas petroleras monopolistas y debe seguir embrollado con los Estados Unidos. Cualquier medida para crear soberanía será duramente golpeada por las agencias de calificación, el FMI y los bancos. López Obrador está atrapado. 

En nuestro Cuaderno: La globalización y sus alternativas, Samir Amin considera cómo construir un marco alternativo de políticas que rompa con el consenso del FMI y que permita a la mayoría de los pueblos del mundo formular políticas públicas y beneficiarse de ellas. La visión de Amin nos anima a imaginar un mundo diferente. En ese mundo, López Obrador no se preocupa por la declaración del equipo del FMI sobre el Artículo IV. Mira a los ojos de la población hambrienta y desolada de su país. Escucha sus demandas e innovaciones. Se dirige a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbanístico. Les pide que plasmen estas demandas y estas ideas en sus políticas. Imaginen eso.

Cuando el peso mexicano colapsó en 1994, los zapatistas aparecieron en los bosques de Chiapas. Su Subcomandante Marcos dijo que las soluciones a las crisis monetarias y a otras crisis económicas mayores no impactarán negativamente a la oligarquía o al imperialismo. Las soluciones del gobierno dañarán los bolsillos de olvido de México. Es desde esos bolsillos que la caravana de migrantes se ha ido desplazando a través de Centroamérica y México hacia los Estados Unidos. Andrew Hay y Lucy Nicholson de Reuters tienen una historia fantástica – Deadly Crossing [Cruce mortal]- sobre el viaje de Joselino Gómez Esteban y Misael Paiz desde Guatemala hacia la frontera entre México y Estados Unidos. Paiz murió en el viaje. El artista colombiano Álvaro Enciso ha comenzado a plantar cruces -ver arriba- donde mueren los migrantes. 

Seres humanos, desechos del capitalismo, mueren en el desierto. O mueren porque en nuestra civilización, la infraestructura social básica es negada. En Dhaka (Bangladesh), más de mil delegados se reúnen en la 4ª Asamblea Popular de la Salud. En 1978, ministrxs de 134 países fueron a Alma Ata (URSS) para declarar «Salud para todos para el año 2000». La atención primaria de salud (APS), dijeron, es la herramienta para crear un mundo mejor. Su sueño no es nuestra realidad. De hecho, la situación de la salud ha empeorado por las políticas impulsadas por organismos como el FMI. Los recortes a la salud pública son parte de la receta del neoliberalismo. Los desastres de la política comercial y económica, la guerra y el cambio climático han afectado negativamente a la salud del planeta. Los libros en Global Health Watch del Movimiento para la Salud de los Pueblos siguen de cerca este deterioro de la salud del planeta. La Declaración para la Salud de los Pueblos, que se puede descargar aquí, señala un camino alternativo hacia un mundo saludable. «La salud es un reflejo del compromiso de una sociedad para abogar por la equidad y la justicia», dice la Declaración. «La salud y los derechos humanos deben prevalecer sobre los asuntos económicos y políticos». Tienen un programa sencillo de cuatro puntos para los pueblos del mundo:

  1. Apoyar todos los intentos por implementar el derecho a la salud.
  2. Exigir que los gobiernos y organizaciones internacionales reformulen, implementen y cumplan las políticas y prácticas que respetan el derecho a la salud. 
  3. Organizar movimientos populares de amplia base para presionar a los gobiernos para que incorporen la salud y los derechos humanos en sus constituciones nacionales y en su legislación. 
  4. Luchar contra la explotación de las necesidades de salud de los individuos por salvaguardar las ganancias de unos pocos. 

En esto ha sido ejemplar el gobierno de Cuba y sus misiones médicas en todo el mundo. El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atacó a los 20.000 médicos cubanos que han atendido a más de 113 millones de personas en el país, casi la mitad de la población. Estos médicos llegaron a Brasil como parte del Programa Más Médicos, creado en 2013 en colaboración con el gobierno del Partido de los Trabajadores. Cuba ahora, lamentablemente, retirará sus doctores de Brasil. 

La foto de arriba es del fotógrafo cubano Eduardo García, una foto de Pablo Morales Pérez, miembro del Partido Comunista, que vive en un viejo edificio en ruinas, alguna vez destinado a los carruajes de la oligarquía. El fotógrafo bautizó esta imagen de 2011 como Leal a sus ideales. 

El gabinete de Bolsonaro tendrá un ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo. Las cómicas declaraciones de Araújo a favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su visión de Brasil como parte del bloque cristiano y occidental deberían sorprender. Su nominación se suma a la acalorada retórica de Bolsonaro contra China («Los chinos no compran en Brasil, están comprando el propio Brasil»). Pero Bolsonaro está atrapado por las contradicciones de la economía brasileña y de su clase capitalista. La economía de Brasil depende de las compras chinas de sus materias primas (incluyendo soja), pero también depende del sistema bancario dominado por Estados Unidos. Será difícil para el nuevo ministro de economía de Bolsonaro, Pablo Guedes, navegar los enredos económicos y políticos. La pureza ideológica no será posible porque Brasil ya ha caminado bastante lejos en acuerdos rentables con el bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). En cualquier caso, Brasil será el anfitrión de la 11a Cumbre de los BRICS el próximo año. 

Nuestra oficina del Instituto Tricontinental de Investigación Social en Brasil coorganizó el primero de diez seminarios en Río de Janeiro. Beatriz Bisso (UFRJ, Río), Anna Esther Ceceña (UNAM, México), Monica Bruckmann (UFRJ, Río) y Samuel Pinheiro Guimarães (ex embajador para Mercosur) se enfrentaron al nuevo panorama geopolítico: la crisis del capitalismo y el surgimiento del neofascismo, así como el cambio de hegemonía de Estados Unidos a China. Estas conversaciones -especialmente sobre el desplazamiento del centro de gravedad de Washington a Beijing- se deben seguir con cuidado. Alrededor de doscientos estudiantes y profesores, sindicalistas y militantes de distintos movimientos políticos asistieron al seminario.

643/5-3 Liquidation de la Siderurgie en Lorraine- Vallee de Longwy -21 et 22/2/1979- immigrŽs syndicat grve
©Gerald Bloncourt

El título de este boletín proviene de una conversación entre el artista y crítico británico John Berger y el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado. Ellos están conversando del libro de Salgado, Migraciones. Salgado habla de las personas a quienes fotografía: «Están viviendo sus vidas dentro de una tragedia del tamaño del planeta». 

La semana pasada, murió el fotógrafo haitiano Gérald Bloncourt. El, como Salgado, tomó fotografías de las personas que viven sus vidas dentro de la tragedia del tamaño del planeta. La foto de arriba es de Longwy, Francia, cuando trabajadores se preparaban para una marcha sindical en 1979. Ese fue un período de gran agitación por toda Europa. En ese rincón del noreste de Francia, los trabajadores del norte de África se juntaron a sus compañeros con carteles en árabe. Esta es la esencia de la unidad de la clase trabajadora. Fue algo que Bloncourt mantuvo cerca de su cámara a lo largo de su carrera (por favor miren mi obituario sobre su trabajo, incluyendo una encantadora fotografía que tomó en la URSS en 1963). Bloncourt fue influenciado por fotógrafxs soviéticxs, como Valentina Kukagina (1902-1987) y Varvara Stepanova (1894-1958), a quienes celebramos más abajo. Varvara Stepanova fue pintora, fotógrafa, diseñadora y cofundadora del movimiento artístico revolucionario conocido como constructivismo. 

Hay algunas buenas noticias para finalizar este boletín. Nuestro amigo, el fotógrafo de Bangladesh Shahidul Alam -quien lleva 100 días en la cárcel- recibió fianza. Pero el gobierno ha apelado, el aún permanece en prisión. Arundhati Roy le escribió una bella carta. «Querido Shahidul», escribe, pero luego añade que hay muchos otros militantes sensibles encarcelados por su esperanza de crear un mundo mejor. «Querido Shahidul», escribe Arundhati, «creo que la marea cambiará. Lo hará. Debe ser así. Esta crueldad tonta y miope dará paso a algo más amable y visionario. Este malestar en particular, este ataque de mala salud que ha asolado nuestro planeta, pasará».

Debe ser así. 

Cordialmente,

Vijay

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