Estimados amigos y amigas, 

Saludos desde el Instituto Tricontinental de Investigación Social. Tenemos casi seis meses de funcionamiento. Nuestro equipo trabaja arduamente en todo el mundo para realizar el tipo de investigación que prometimos. Por favor, echen un vistazo a la nueva página de nuestro equipo, donde pueden ver todas las personas que forman parte de nuestras oficinas, de Buenos Aires a Nueva Delhi. Cada oficina ha establecido su agenda y nuestro personal trabaja fuertemente en campo para construir investigaciones desde y con los movimientos. Están en la zona rural de Haryana y en las favelas de Brasil, construyendo conocimiento sobre la vida obrera y campesina en nuestros tiempos, así como sobre las estructuras de explotación y opresión. Esperamos presentar este trabajo a medida que sea elaborado y pulido. Mientras tanto, miren nuestros dossiers (sobre Corea, ciudades sin agua, sobre Venezuela y sobre Brasil) así como nuestro documento de trabajo (sobre la globalización). Sus críticas constructivas son bienvenidas. 

Un grupo de migantes en ruta hacia Libia desde la ciudad de Agadéz. Niger

Acaba de pasar el Día Mundial de los Refugiados. Para destacar el día, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha producido una gran cantidad de documentación sobre la crisis de refugiados. Es, como era de esperar, muy dramática. Existen hoy tantos refugiados como la población de Tailandia, Más de la mitad de los refugiados son niños. 

La atención sigue centrada en la frontera entre México y Estados Unidos, sobre todo por las acciones inhumanas del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump. Pero la crisis es más amplia y más profunda. Los campamentos en Bangladesh y el centro de detención en Nauru reciben menos atención. En Salon, publiqué un ensayo que reflexiona sobre los datos de la ONU y mis propios reportajes sobre el planeta de los refugiados. El ensayo comienza así: «Su mente está obsesionada con la frontera entre México y Estados Unidos. Está mirando las imágenes de niñas y niños, arrestados por la Patrulla Fronteriza estadounidense y encarcelados. Han visto la foto de asientos de bebé para auto en la prisión. Están desconsolados». El resto lo pueden leer aquí. 

El impacto de las políticas de Trump y su actitud general hacia México y Centroamérica, así como las políticas adversas de la clase dominante mexicana nos llevan hacia una posible victoria de la izquierda en las elecciones del domingo en México. El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lidera las encuestas y es probable que gane las elecciones. Esta no sería su primera victoria. Ya ganó las elecciones antes, pero al pueblo le fue negada su victoria mediante un fraude. En el Estadio Azteca, en Ciudad de México, AMLO dijo «Estamos a punto de llevar a cabo una transformación sin derramar sangre. Pero que nadie se confunda. Que sea pacífica no quiere decir que los cambios no serán profundos. Será radical y nadie debe tener miedo». 

Anteriormente, AMLO ha llamado a las políticas de inmigración de Trump «racistas e inhumanas». Pero no está solo. Incluso el Ministro de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, del PRI, llamó a las políticas antiinmigración de Trump como «crueles e inhumanas». Por todas partes en América Latina hay consternación e ira ante las duras políticas seguidas por Estados Unidos. Cuando el portavoz presidencial en Guatemala -de un gobierno decididamente de derecha- dijo unas pocas palabras tibias en apoyo a las políticas de Trump, fue despedido apresuradamente. Tanto en Guatemala como en México, los servicios de seguridad operan con mano dura. No son regímenes progresistas. Sin embargo, su liderazgo está acorralado por un público que ha despertado, por el desprecio hacia ellos de la clase dominante de los Estados Unidos.

The Prime Minister, Shri Narendra Modi with the President of United States of America (USA), Mr. Donald Trump and the first lady of USA, Melania Trump, at White House, in Washington DC, USA on June 26, 2017.

Los hombres duros, como Trump, han estado ansiosos por defender la revitalización de sus países por cualquier medio necesario, incluidas las duras políticas antiinmigración. Los valores humanitarios son irrelevantes para ellos. No se mueven de donde están parados y que todo el mundo aguante. Hay bravuconería en esta postura. Es lo que permite a Trump seguir siendo popular entre una franja de votantes estadounidenses que creen -correctamente- que han sido ignorados por la clase dominante (donde están equivocados es en creer que Trump en realidad está con ellos).

El espejo turco de Trump es Recep Tayyip Erdogan quien, junto con su partido AKP, triunfó en las elecciones parlamentarias y presidenciales el domingo pasado. Erdogan ha sofocado las pocas instituciones de la democracia turca que fueron cuidadosamente ganadas por presión popular después que terminó la dictadura militar en ese país. La enorme expectativa de que sería derrotado o al menos forzado a una segunda vuelta por la unidad de la oposición no funcionó. 

Erdogan, como otros hombres duros de nuestro tiempo, es un maestro en agravios. El consigue tocar la ansiedad de los pobres, especialmente de los devotos entre ellos, y ofrecer el consuelo de su compromiso personal con sus problemas. Pero esto no es suficiente. Turquía, al igual que otros países de ingreso medio (Argentina y México), sufre los efectos persistentes de la crisis de crédito de 2008. No ha sido capaz de crear una salida de las malas políticas internacionales. Cada uno de estos países ha vuelto al FMI rogando por mejores condiciones a burócratas internacionales que están más interesados en los indicadores macroeconómicos que en el sufrimiento del pueblo. Erdogan, como Macri en Argentina y Dutherte en Filipinas, es el espejo de estos economistas del FMI. Ninguno de ellos tiene una agenda para aliviar el sufrimiento. 

En The Hindu, E. Ahmet Tonak y yo publicamos un breve reportaje sobre las elecciones turcas. Lo pueden leer aquí. En el blog de LeftWord Books, el novelista turco Burhan Sönmez ofrece su opinión sobre las elecciones. Vale la pena tener muy en cuenta la observación que hace sobre el carácter de la sociedad turca y las limitaciones de la oposición. «Las iniciativas anti Erdogan son fuertes, están movilizadas también. Pero no son capaces de entrar en las esferas públicas donde Erdogan consigue su respaldo. El problema en Turquía es que nuestra sociedad ahora está dividida por altos muros. Es muy difícil cruzar estos muros. Una mitad no tiene influencia sobre la otra mitad. La oposición puede estar bien organizada, eso es una cosa, pero ahora se necesita una cosa más, explorar los espacios públicos donde se alimenta Erdogan», es decir, de donde obtiene su fuerza ideológica e institucional. 

Burhan escribió un ensayo en un libro que edité este año llamado Hombres Duros. Contiene ensayos de Eve Ensler sobre Trump; Danish Husain sobre Modi; Ninotschka Rosca sobre Dutherte y, en la edición estadounidense, Lara Vapnyar sobre Putin. Eve Ensler recientemente concedió una entrevista al Mumbai Mirror sobre los hombres duros, la pueden leer aquí. La edición estadounidense saldrá pronto y está disponible para pedidos por adelantado aquí; la edición de LeftWord para el resto del mundo está disponible aquí. 

Pero estos hombres duros no son tan duros. El primer ministro de la India, Narendra Modi dice que pondrá a India primero, que creará una política de «Hecho en India» y se asegurará de que India no esté subordinada a poderes externos. Cuando Trump dijo que pondría fin al acuerdo con Irán, India dijo primero que, no obstante, seguiría comprándole petróleo a Irán, La economía de la India depende del petróleo iraní. Sería antinacional, por así decirlo, dejar de comprar petróleo iraní. Sin embargo, cuando la enviada de Trump, la Embajadora de los EE. UU. ante la ONU Nikki Haley se reunió con Modi, lo convenció de cambiar de opinión. Haley le dijo a Michelle Nichols de Reuters que Modi «entiende la situación con Irán. No la cuestiona. No la critica, la comprende y entiende también que la relación de India con Estados Unidos es fuerte e importante y debe seguir así» (para más información, miren el ensayo de Gautam Navlakha en NewsClick). En otras palabras, India debe seguir siendo un aliado subordinado de los Estados Unidos. Modi, el hombre duro, termina siendo, como muchos de estos hombres duros, un tigre de papel.

Nosotros, en el Instituto Tricontinental de Investigación Social vamos a realizar una serie de estudios sobre lo que Burhan señala – como se alimentan los hombres duros. Examinaremos las relaciones entre capital e identidad (con un énfasis en la religión y la etnicidad), así como entre capital e ideología (con énfasis en los medios de comunicación). Estamos igualmente interesados en lo que alimenta a los hombres duros como en lo que podría alimentar a los movimientos populares para superarlos. 

Escribo este boletín en Tokio. Aquí he tenido la suerte de visitar la Galería Maruki y ver los Hiroshima Panels. Pronto viajaré a Nagasaki para ver el último de los paneles, el llamado Nagasaki. Japón, el único país que ha experimentado ataques nucleares, ha luchado con ese legado y el de sus propias guerras de agresión en el este y el sudeste de Asia. Las memorias del horror no son fáciles de retener. Estos paneles, estas pinturas, son obra del movimiento japonés por la paz. Es un movimiento que junta personas de gran sensibilidad y coraje. Pueden leer mi reportaje desde Tokio aquí. 

Personas sensibles y valientes continúan intentando deshacer el mundo de guerra y hombres duros. Personas como Kathy Kelly, cuyo artículo desde Kabul es un reportaje desgarrador del destrozo social en Afganistán y las esperanzas de niños afganos como Miriam de la Escuela de Chicos de la Calle. Personas como las que han salido a las calles de Marruecos para protestar por las decisiones adversas contra las manifestaciones en el Rif (para más información pueden leer este artículo de Ghassane Koumiya y este artículo de Ihlem Rachidi). Personas como las que participaron en las manifestaciones masivas contra la agenda del FMI y en pro de la legalización del aborto. Personas como Femke Halsema, la líder de Groenlinks (Izquierda Verde) que será la primera alcaldesa de Ámsterdam; como Alexandria Ocasio-Cortez, la demócrata socialista que probablemente será congresista por el distrito de Queens (Nueva York); A. R. Sindhu el líder sindical comunista que ha sido elegido al Comité Central del Partido Comunista de India (Marxista) y Manuela D’Avila, la líder comunista de Brasil que es candidata a la presidencia y aún así ha puesto su energía para sacar a Lula de la prisión. Nosotros en el Instituto Tricontinental de Investigación Social ponemos iniciativas y personas como estas en el centro de nuestro trabajo.

Cordialmente, 

Vijay

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